La belleza y el alcance de su obra lo hacen el arquitecto más importante e influyente del S. XX Tras casi un siglo y medio de su nacimiento, la obra de Charles-Édouard Jeanneret-Gris (comenzó a usar su seudónimo Le Corbusier a partir de 1920) sigue siendo no sólo modelos ampliamente estudiados y usados para enseñar a las nuevas generaciones, sino que además, sigue causando tanto admiración como críticas devastadoras.
Motivación
Le Corbusier había visto las maravillas de la industrialización; aviones, automóviles, trasatlánticos. Pero veía cómo la arquitectura debatía qué estilo histórico revivir en los próximos años en vez de avanzar como las demás ciencias. Decidió encausarla hacia el tiempo de la máquina. El movimiento moderno lo acogió y sus obras son recordadas junto a las de Walter Gropius (1883-1969) y Mies Van Der Rohe (1886-1969).
Junto al teórico físico Albert Einstein
Después de maravillarse con la arquitectura clásica tras su primer viaje por Europa, Corbusier recibe su primera capacitación en arquitectura en las oficinas de dos grandes arquitectos del momento: Augusto Perret y Peter Behrens. De ambos aprende el uso de los materiales modernos y la consideración de la máquina en la vida diaria. Conoce a Tony Garnier, quien en su momento trabajaba en un proyecto de la nueva ciudad urbanizada, La Cité Industrielle. Una idea que le fascinó y sembró una pequeña semilla en la mente de Corbusier, que daría frutos años más tarde.
Trayectoria
A partir de sus conocimientos y la idea de estandarización, desarrolla la Maison Dom-Ino en 1915. Hecha de concreto reforzado y pensada para ser construida en serie. Era una unidad básica de construcción cuyo interior podía modificarse siempre que se quisiera, puesto que ninguna pared era estructural.
La obra de Corbusier de los años 20 fueron mayormente villas para una clientela de clase muy acomodada. Publica su tratado ‘Los Cinco Puntos de una Nueva Arquitectura’, a mediados de la década. Con estas nuevas normas para diseñar busca un equilibrio entre el hombre, naturaleza y máquina.
- Para elevar la casa
- Piso libre. El espacio interior debe distribuirse según el gusto del individuo.
- Fachada libre. Dado que los muros externos no son de carga.
- Ventana corrida
- Jardín en la terraza. Vínculo directo entre habitante y la naturaleza.
La Villa Savoye representa a la arquitectura purista en todo su esplendor, y también cumple los cinco puntos su tratado. Los pilotes alzan el cuerpo blanco con ventanas en todas sus fachadas. La entrada diseñada para que los automóviles la recorran. La terraza del segundo y último piso con espacios de descanso. Es de las estructuras más conocidas en todo el mundo y ha inspirado a miles de artistas posteriores de su época.
A partir de los años 30 Le Corbusier ya era una figura de renombre. En el Pavillion Suisse de 1931, un bloque residencial para albergar a estudiantes internacionales que visitaban París, se puede apreciar una nueva interpretación en los principios del Purismo. Dicho edificio representa una nueva elaboración de los 5 Puntos y las convenciones que Corbusier había utilizado en el diseño de villas de los años 20. En lugar de las formas geométricas rígidas y puras, se observa una arquitectura más amplia y potente.
La consideración de los materiales cambia. El bloque principal se apoya sobre pilotes, pero irregulares de concreto lisa y sin pintura. Este engrandecimiento de los 5 Puntos y el empleo de texturas tan distintas pueden darse porque el Pavillon era un edificio público, algo para lo cual era más apropiado este lenguaje que el del Purismo.
El primer trabajo tras la postguerra fue un encargo del gobierno francés. Tras años de desarrollar prototipos de viviendas que nunca se realizaron, se le pide el diseño de un modelo para un complejo habitacional para solventar la falta de viviendas. Dicho proyecto es la culminación de todas las ideas previas que Corbusier desarrolla acerca de la vivienda y la ciudad.
La Unité d’Habitation consiste en un bloque macizo en Marsella. Alrededor del edificio se ubican los servicios, formando una ciudad integral con hoteles, comercios, clubes, salones de reunión y espacios de recreación en las terrazas. Se repite la expresión del Pavillion Suisse en cuanto a los 5 Puntos de su tratado.
Su más grande desafío es Chandigarh, un proyecto para el cual fue invitado junto a los arquitectos Jane Drew y Maxwell Fry para el diseño de una ciudad en Punjab, en la India.
Corbusier diseña el proyecto y cuatro edificios gubernamentales y monumentos. La joya del proyecto es el edificio de la Corte Suprema con un techo en saliente y brise soleils, para proteger a los individuos del calor del sol.
Su estética brutalista también aparece en las Maisons Jaoul en Neuilly-sur-Seine, Francia, uno de sus últimos proyectos. Dos casas en ángulo recto, con bóvedas de ladrillo y superficies ásperas.
Su segundo y último proyecto religioso es el convento Sainte Marie de la Tourette, ubicado a las afueras de Lyón. Su diseño surge de los distintos temas explorados en la iglesia Notre Dame Du Haut de Ronchamp, aunque aquí prima lo rectilíneo sobre lo orgánico. Trabaja en contraste los espacios privados y públicos (las celdas monásticas y los espacios de vida colectiva). El claustro y deambulatorio ocupan el centro, y delimitan cuatro patios internos. El edificio parece colgar sobre la planta de la cubierta común a todos los volúmenes. No hay elementos decorativos para ir con los principios de la pobreza y sencillez de la orden.
Corbusier fallece en 1965, unos pescadores hallaron su cadáver, días después de haber ido a nadar cerca de su casa de vacaciones en Francia, contradiciendo las órdenes de su médico.
Legado
Le Corbusier realizó innumerables proyectos, que aún hoy en día siguen enseñando e inspirando a nuevas generaciones de artistas, diseñadores y arquitectos. No sólo su arquitectura resaltó por su gran calidad y visión hacia el futuro, sino su aporte en el arte y en las teorías arquitectónicas. Era un visionario, un hombre trabajador y talentoso en cualquier aspecto relacionado con la arquitectura, de la cual estaba totalmente enamorado y a la que dedicó su vida y su legado.
El pabellón Le Corbusier del Museo Heidi Weber, en Zúrich (Suiza) (1967), una de las obras de Le Corbusier declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco. / EFE / STEFFEN SCHMIDT
Un total de 17 obras del arquitecto Le Corbusier en Alemania, Argentina, Bélgica, Francia, Japón, India y Suiza han sido Patrimonio Mundial por la Unesco. Según el organismo de la ONU, estas piezas “constituyen un testimonio de la invención de un nuevo modo de expresión de la arquitectura, en clara ruptura con sus formas anteriores” .
Fuente original: http://www.disenointerior.es/le-corbusier-obras-arquitectonicas/